Sentado en este pretil, contemplando la tersura y la calma de este mar,
viendo el constante vaivén de sus olas,
oyendo su murmullo que parece un canto de sirenas salidas del fondo de este lugar,
su continuando sonido produce hasta dulce ensoñación
llega a mis oídos recreándome para darme paz y tranquilidad
Apartado del ruido mundano,
que nuestros tímpanos cada vez mas hacen sufrir ,que tanto nos atosiga
Que a veces a gritos tenemos que hablar y las mas veces nada nos deja oír,
aquí hasta el sonido de una hoja cayendo nos produce satisfacción
resuena tan suavemente que lo agradecemos de corazón
Difumadas en la lejanía, a contraluz del sol emergente,
diviso las barcas de los pescadores,
que de su faena ya regresan con el premio de su trabajo obtenido,
contentos pues fue bueno el botín,
no como otras veces que vacías vienen las redes,
aunque ellos siempre esperan que la pesca tenga buen fin
Un enjambre de gaviotas revolotean a su alrededor,
esperando las sobras que se están apartando,
ellas paciencia tienen, saben que siempre algún pescado no apto al mar volverá
en este momento comerán
alguna mas atrevida en la barca se posa cogiendo la pieza que mas se le antoja,
escapándose con su presa en la boca
En este bello amanecer, con esta suave brisa
el murmullo de las olas, ver las barcas regresar, el vuelo de las gaviotas,
hermoso conjunto que muchos pintores han llegado a pintar
Magi Balsells
Marzo2010-03-31
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