EL GRAN
TEMOR
Soy mujer
mojigata, pero debo de acudir a esta cita, lo comente con las amigas y
todas ellas me lo aconsejan, seguramente me dicen que allí encontrare alivio
a mis penas y dolores
Por
ello armándome de valor, y después de mucho pensarlo tomo la decisión de
acudir, no si cierto temor,
Me esta
esperando, es un hombre recio, de buena altura, su cara no es desagradable,
pero me mira como una cobaya presta a cualquier experimento, sin mas espera me
pide que me saque los pantalones y me tienda en la cama,
Le
pregunto
-es
necesario hacerlo de esta manera
-si, es la
mejor posición, ya lo vera
.Atiendo a
su demanda aun con cierta inquietud
Postrada
en la fría cama y esperando con recelo, mientras el de pie a mi lado, me
contempla con cierto aire de suficiencia, se acerca lentamente y empieza a
recorrer mi cuerpo, noto su respiración en mi nuca, esta buscando el sitio
oportuno para realizar el alivio a mis males
Sin
poderme reprimir le digo
-por favor
vaya con tiento soy muy susceptible, procure que no sea doloroso, ya que es la
primeras vez
-no te
preocupes ya tengo experiencia en estos casos, solo notaras un momento la
introducción y al rato el derrame de este liquido de los dioses que tanto
ansias
En este
momento noto la penetración, solo es un poco dolorosa, pero enseguida se aplaca
el suave dolor
Me da
cierta tranquilidad hasta podría decir que placentero y noto que su liquido va
descargándose en mi interior, ha durado, poco. Que paz
Se retira
suavemente y con una sonrisa, me dice
-mañana a
la misma hora te pondré la otra inyección
Magi
Balsells
Derechos
reservados
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