miércoles, 16 de septiembre de 2015

habia una vez una trucha



HABIA UNA VEZ UNA TRUCHA,,,,,,,,,,,


Elisondo, esta preparando sus aparejos para salir este fin de semana a su deporte favorito, la pesca, lleva muchos años practicándola ha recorrido muchos de los ríos de su país con mejor o peor fortuna
Uno de sus amigos también aficionado a este deporte, le ha indicado un pequeño rió entre las montañas en el cual hay una truchas muy especiales, aparte de su tamaño y de la exquisitez de su carne, tanto le ha hablado de el, que al final le ha solicitado un plano de la ubicación de aquel lugar y una vez ya en su poder , ha hecho los preparativos necesarios para obtener el éxito que le auguro su amigo
Pone su coche en marcha, y con buen animo  va hacia el destino deseado, después de unas horas de circular llega al valle desde donde se vislumbra el deseado rio, va remontando  su corriente hasta llegar a un pequeño estanque  que se ha hecho con el transcurrir de los años y la fuerza de las aguas que bajan de la montaña
Monta su tienda de campaña y empieza a sacar las cañas de su vehículo, busca entre sus anzuelos  los que pueden darle el éxito  que espera en forma de múltiples presas
Ya  lo tiene todo preparado, lanza con fuerza su sedal que cae en el centro del pequeño lago, y ahora armándose de paciencia espera  que alguna de las truchas que nadan entre sus aguas  se enamore de su  cebo
Pasan los minutos y de momento no hay ninguna señal todo esta quieto, saca su sedal del agua  y ve que el cebo ha sido comido por algun pez, seguramente muy pequeño ya que dejo el anzuelo limpio,vuelve a poner otro cebo  y repite la operación, ahora si que hay novedades, solo tocar encima el agua el anzuelo se produce un remolino en la superficie, y nota que algo tira de su caña no con gran fuerza pero si insistentemente, va recogiendo el sedal sin prisas aflojando  un poco y tirando  después de esta manera cansa al pez que esta enganchado en su anzuelo, al fin ve aparecer por encima del agua una hermosa trucha, la acerca pausadamente a la orilla y la coge entre sus manos.
Cuando de súbito oye una voz que le dice
.-Pescador suéltame de tu anzuelo, por misericordia
.-Quien me habla, no serás tu trucha ¿
.-Si soy yo, mi raza tiene la propiedad de poder comunicarnos verbalmente con los humanos, por esto oyes mi voz suplicandote
.-Pero porque debería soltarte, tú intentaste comerte mi cebo y ya sabias que podías quedar enganchado, lo siento pero este es el juego
.-No era para mí tu cebo sino para mis pequeñas hijas las truchitas, ya que en este lugar poca comida hay y muchas de ellas  se mueren  por su falta
.-Este cuento ya me lo conozco, no me engañaras, a la sartén iras
.-No lo creo, Si no me sueltas llamare a mi amigo el oso y este dara buena cuenta de ti.-.
-Me amenazas trucha apestosa, ahora te saco el anzuelo y a la bolsa te meto
La pobre trucha, suelta un gran grito, no compresible por el pescador, lo que hace que este se quede parado en la operación que iba a efectuar
De golpe nota detrás suyo nota una fatigosa respiración, se vuelve y se encuentra en su cara unos dientes enormes  como los que tienen los osos, ya que es un oso lo que esta encima de sus hombros, se queda helado no sabe que decir ni que hacer esta agarrotado, un frió sudor empapa su cuerpo, suelta sus aparejos para la pesca, el oso pisotea la caña destrozándola y agarrando a Elisondo por el cuello se dirige a la trucha preguntándole.-
.-Que hago con este mal hombre
.-Nada, creo que con el susto ya tuvo bastante, déjalo que se vaya que recoja sus cosas menos la comida, algunas de las cosas serán para ti y otras para mi  y mis hijas
Suelta al asustado Elisondo, que a la carrera se dirige a  su vehículo, montando en el lo pone en marcha y desaparece en la lejania a una velocidad asombrosa
.-Gracias amigo oso por ayudarme con tu presencia 
.-.-No me necesitabas, eso lo se pero me ha encantado darle un susto a este pobre hombre que seguro no volvera a pescar nunca mas igual que a todos los que han venido a destrozar nuestra paz, a la cual tu preservas con la sabiduría que te da ser la hada de este estanque y de toda la montaña, gracias siempre a ti que velas por nuestra vida.
A Elisondo nunca mas se le vio con una caña ni comiendo pescado, tampoco volvió ha hablar con su amigo, pues pensó que el ya había pasado la experiencia que el paso y no le aviso y seguramente se estaría riendo de su aventura

Magi Balsells
Derechos Reservados

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